VERITAS PRÆVALEBIT: "La verdad prevalecerá"

jueves, enero 04, 2007

Cuentus Interruptus

"Rottenmeyer", "Rottenmeyer", me agrada nombrarla: "Rottenmeyer".
—Para pronunciar bien mi apellido hay que tomar mucha cerveza—, dijo una vez, mientras soltaba una ridícula carcajada que retumbó en la inmensidad de esta sala. Esa fue la única vez que le escuche decir una broma. Recuerdo que estaba contenta por mis acelerados progresos musicales. Y es que aquel día fue mucho más que una absurda acumulación de horas, fue una sinfonía; mis manos en el piano fluyendo como el agua en el río, mi padre observándonos desde la escalera y Rottenmeyer riendo como una foca.
Creo que Rottenmeyer no podría haber sido otra cosa que profesora de piano. A veces, para divertirme, le preguntaba seriamente si en verdad no era un personaje que se había fugado tímidamente de una novela Victoriana. ”Es que sus besos huelen a colorete, Rottenmeyer”. Pero yo no lo preguntaba sólo por el olor de sus mejillas, sino por un horrible camafeo rosado que siempre prendía en sus camisas y que guardaba una foto de sus padres, muertos. "Rottenmeyer, entschuldige bitte!". Recuerdo cuando la vi entrar en la sala por primera vez, mi padre la traía del hombro con esa expresión detestable que se le dibuja en la cara cuando pretende imponer su voluntad.
—Te presento a tu nueva profesora de piano. Espero que no le suceda lo mismo que al profesor Cravena.
—El profesor Cravena es un colega muy respetable—, interrumpió Rottenmeyer.
Tenía una voz aguda y nerviosa, afectada por un impostado acento alemán.
—Es que me formé en Viena—, explicó sonrojada.
En cuanto quedamos solos frente al piano, mire a Rottenmeyer fijamente a los ojos y le expliqué cuál seria nuestro pacto secreto de allí en adelante.
—Mire señorita, yo nunca voy a dejar de ver pelotas y rayas en esas partituras, amo a la música más que a nada en este mundo, pero créame que es inútil, usted es la profesora número cinco que pisa esta sala. Sucede que mi padre...
—Nada de tonterías—, interrumpió mientras me pegaba unos golpecitos en la cabeza con un lápiz negro—. No me haga perder el tiempo ni malgaste el dinero de su padre. Abra esta partitura y colóquela sobre el atril—.

8 Comments:

Blogger Wakefield said...

¡Eh, así no vale, Scherezade! ¿Qué pasó, la sorprendió la aurora en mitad del relato? ¿Sigue mañana esto?

5/1/07

 
Blogger FL said...

me ha hecho usted recordar a la Srta. Rottenmeyer de Heidi, esa que cuidaba a Clara ¿la recuerda? ¿será la misma Rottenmeyer que la de usted? todo es posible, ya que Suiza y Austria están pegaditas...

5/1/07

 
Blogger Carpe diem said...

Cuando abro la partitura, me encuentro con el título de la pieza musical más fabulosa de todos los tiempos. Rottenmeyer me mira complacida, con un gesto entre altanero y cómplice-cariñoso, segura de sí misma y su elección y de saber que con eso me rendiría indefectiblemente a sus pies. Yo no salgo de mi estupor, no sé qué hacer, no sé qué decir. Hasta que descubro que tengo un deseo fervoroso de...

6/1/07

 
Blogger Unknown said...

Rotten, y así fue como nunca más tomé lecciones de piano, casi casi lo mismo. Y me dediqué a otras cosas con mis manos de pianista.

8/1/07

 
Blogger Lis said...

como la tutora de Heidi!!

quizás tú era Heidi en otra vida!! y esta señorita te persigue...!!

8/1/07

 
Blogger microcosmos said...

si encontrase a alguien que quisiera enseñarme a tocar el piano, y hablara como el canto, mientras bailo sin moverme y así logre hacer que adivine la partitura y la escuche sin necesidad de mirarla, entonces, no haría de hoy en adelante otra cosa que intentar fundirme (y por qué no, suicidarme) en cada gota (digo, nota) de un piano. cualquiera.

11/1/07

 
Blogger Mariposa}:{Mística said...

yo por esas cosas jamás tomé clases de nada, por el puntero agudo y las caras cuadradas rígidas.
beso

11/1/07

 
Blogger Cuni said...

Wake: Gracias por tan bella comparación, ojalá tuviera mil y una historias para contar. "La historia continuará", ya verás.
Fodor: Efectivamente esta Rottenmeyer está inspirada en aquél personaje, quería cambiarle el nombre pero creo que no hay otro mejor. Saludos
Carpe Diem: ...ta tan ta taaaaan...pronto la sabremos :)
Ary: a hurtar carteras en Retiro?, a fabricar relojes? a dar vuelta la página?
Lis: Confieso que he tenido muchos profesores del estilo de Rottenmeyer y me han divertido mucho. Saludos.
Microcosmos: Lo que para usted es deseo, para mí es frustración, algún día quizás, algún día. Saludos.
Mariposa: Pero hay caras rígidas que esconden corazones calientes, ese misterio me atrajo siempre. Saludos

15/1/07

 

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