Pueyrredón y San Martín
La carta que adjunto fue enviada por Juan Martín de Pueyrredón a José de San Martín en septiembre de 1816. La epístola es muy famosa, no obstante, cada vez que la leo siento emoción. Es la emoción que surge de apreciar una relación que dos grandes de nuestra historia forjaron en función de una misma causa y de su lucha por conquistarla. Esa causa en común era la liberación de Chile y del Alto Perú.
Pueyrredón había sido nombrado Director Supremo por el Congreso de Tucumán y había aprobado con entusiasmo el proyecto de San Martín de liberar a Chile y al Alto Perú de la presencia española. A pesar de que el gobierno criollo le dio la máxima prioridad a la campaña de liberación, San Martín no se conformaba y desde Mendoza, abrumaba al Director con infinitos pedidos. Pueyrredón, amigo y compañero de cruzada, le escribió esta carta:
A más de las cuatrocientas frazadas remitidas de Córdoba, van ahora quinientos ponchos, únicos que he podido encontrar; están con repetición libradas órdenes a Córdoba para que se compren las que faltan al completo, librando su costo contra estas Cajas.
Está dada la orden más terminante al gobernador intendente para que haga regresar todos los arreos de mulas de esa ciudad y de la de San Juan; cuidaré su cumplimiento.
Está dada la orden para que se remitan a Vd. mil arrobas de charqui que me pide para mediados de diciembre: se hará.
Van oficios de reconocimiento a los cabildos de esa y demás ciudades de Cuyo.
Van los despachos de los oficiales.
Van todos los vestuarios pedidos y muchas más camisas. Si por casualidad faltasen de Córdoba en remitir las frazadas toque Vd. el arbitrio de un donativo de frazadas, ponchos o mantas viejas de ese vecindario y el de San Juan; no hay casa que no pueda desprenderse sin perjuicio de una manta vieja; es menester pordiosear cuando no hay otro remedio.
Van cuatrocientos recados.
Van hoy por el correo en un cajoncito los dos únicos clarines que se han encontrado.
En enero de este año se remitieron a Vd. 1.389 arrobas de charqui.
Van los doscientos sables de repuesto que me pidió.
Van doscientas tiendas de campaña o pabellones, y no hay más.
Va el mundo. Va el demonio. Va la carne.
Y no sé yo cómo me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que en quebrando, cancelo cuentas con todos y me voy yo también para que Vd. me dé algo del charqui que le mando y no me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la fortaleza.*
Pueyrredón había sido nombrado Director Supremo por el Congreso de Tucumán y había aprobado con entusiasmo el proyecto de San Martín de liberar a Chile y al Alto Perú de la presencia española. A pesar de que el gobierno criollo le dio la máxima prioridad a la campaña de liberación, San Martín no se conformaba y desde Mendoza, abrumaba al Director con infinitos pedidos. Pueyrredón, amigo y compañero de cruzada, le escribió esta carta:
A más de las cuatrocientas frazadas remitidas de Córdoba, van ahora quinientos ponchos, únicos que he podido encontrar; están con repetición libradas órdenes a Córdoba para que se compren las que faltan al completo, librando su costo contra estas Cajas.
Está dada la orden más terminante al gobernador intendente para que haga regresar todos los arreos de mulas de esa ciudad y de la de San Juan; cuidaré su cumplimiento.
Está dada la orden para que se remitan a Vd. mil arrobas de charqui que me pide para mediados de diciembre: se hará.
Van oficios de reconocimiento a los cabildos de esa y demás ciudades de Cuyo.
Van los despachos de los oficiales.
Van todos los vestuarios pedidos y muchas más camisas. Si por casualidad faltasen de Córdoba en remitir las frazadas toque Vd. el arbitrio de un donativo de frazadas, ponchos o mantas viejas de ese vecindario y el de San Juan; no hay casa que no pueda desprenderse sin perjuicio de una manta vieja; es menester pordiosear cuando no hay otro remedio.
Van cuatrocientos recados.
Van hoy por el correo en un cajoncito los dos únicos clarines que se han encontrado.
En enero de este año se remitieron a Vd. 1.389 arrobas de charqui.
Van los doscientos sables de repuesto que me pidió.
Van doscientas tiendas de campaña o pabellones, y no hay más.
Va el mundo. Va el demonio. Va la carne.
Y no sé yo cómo me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que en quebrando, cancelo cuentas con todos y me voy yo también para que Vd. me dé algo del charqui que le mando y no me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la fortaleza.*
¡Qué bueno sería que los dirigentes de los países latinoamericanos y sudamericanos se hermanaran como lo hicieron San Martín y Pueyrredón y así lograr la independencia definitiva!
*Citado por Raffo de la Reta,Contribución histórica y documental, Buenos Aires, Peuser, 1921, tomo 1, pág. 103.
4 Comments:
Cuni, si mal no recuerdo, Pueyrredon no pudo con más y San martín se quedó duro esperando lo "prometido" y tuvo que avanzar solito pal norte en busca de la libertad definitiva del pueblo hermano del norte de Chile.
Las ideologías viven y mueren por causas que pasan por las venas de los que las llevan, las pelean y las defienden a muerte.
El lunes sin ir más lejos, escuchaba una cátedra de Ha Romana y hablaban de la palabra de Cristo y a lo que voy es a que el profesor dijo: La palabra de cristo es una no la interpretación HUMANA que se ha hecho de ella.
En resúmen, me tocaste la vena, el almita, (Don José de San Martín).
Difícil en estos tiempos que alguien se haga el Pueyrredón, los tiempos cambiaron, los aires son mas calientes y la impericia acecha en todas las esquinas.
beso
11/10/06
Yo creo que la politica siempre ha sido la misma mierda...
PD: si querés después pasame tu mail para que te envie algo.
12/10/06
Mariposiña: He escuchado lo que contás y también he leído que para esos tiempos el país se endeudó enormemente por el tema del campaña. Yo pienso que en otros tiempos había ideales compartidos por los dirigentes, aunque también coincido con Ary en que la política siempre fue problemática. Lo cierto es que al menos el plan de liberación se pudos cumplir, con menos o más apoyo, pero la idea de desterrar a los españoles se convirtió en algo real. Rescato los grandes proyectos que se han desarrollado en nuestro país y que en algúun momento lo han convertido en un lugar que prometía bienestar para todos.
Lamento si toqué tus fibras más íntimas en relación con San Martín. Es uunn ídolo mío también, como Belgrano. Besote
Ary: cunita2001@yahoo.com.ar. Beso
12/10/06
a esta carta le falta el final que dice y no me llame mas hermano y no me firme con los tres puntos :.
14/9/11
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